La importancia del juego en el
aprendizaje escolar radica en que es fuente de desarrollo tanto
socio-emocional como cognoscitivo.
Existen distintos tipos de juegos que favorecen diferentes áreas del desarrollo o del aprendizaje; por lo tanto los juegos que se propongan deben obedecer a los objetivos que los maestros se planteen. Éste juega un papel predominante en el preescolar pero tiende a desaparecer durante los años de educación básica primaria y secundaria.
Sin embargo, aún durante estos años el juego puede ser un gran aliado del proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque su uso debe cambiar a medida que los niños crecen, ya que sus necesidades se van modificando.
Existen distintos tipos de juegos que favorecen diferentes áreas del desarrollo o del aprendizaje; por lo tanto los juegos que se propongan deben obedecer a los objetivos que los maestros se planteen. Éste juega un papel predominante en el preescolar pero tiende a desaparecer durante los años de educación básica primaria y secundaria.
Sin embargo, aún durante estos años el juego puede ser un gran aliado del proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque su uso debe cambiar a medida que los niños crecen, ya que sus necesidades se van modificando.
Los estudios sobre el juego reconocen su valor en el desarrollo
socio-emocional de los niños.
A través del juego los niños aprenden a interactuar con sus pares a través del intercambio de ideas y la negociación.
La convivencia social requiere que sus miembros se ajusten a las normas que la sociedad establece.
A través del juego los niños aprenden a ajustarse a ellas ya que todo juego establece unas reglas necesarias para su desenvolvimiento. Estas reglas pueden ser implícitas como en los juegos imaginarios, el juego de roles o socio-protagonizado; o explícitas como en los juegos con reglas, los deportes o los juegos de mesa, los cuales también contienen una situación imaginaria (Vygotsky, 2000).
Esta necesidad de ajustarse a las reglas durante el juego le ayuda a lograr un dominio sobre sí mismo, aprendiendo a orientar sus impulsos y a controlar voluntariamente su comportamiento, logrando una autorregulación.
Hay que recordar que, el juego ayuda a los niños a resolver situaciones de su vida, en especial a través del juego de roles o socio-protagonizado. En este tipo de juego los niños construyen escenarios y ensayan con un menor riesgo de fracaso porque se reducen las consecuencias de los errores (Bruner, 1984).
A través del juego los niños aprenden a interactuar con sus pares a través del intercambio de ideas y la negociación.
La convivencia social requiere que sus miembros se ajusten a las normas que la sociedad establece.
A través del juego los niños aprenden a ajustarse a ellas ya que todo juego establece unas reglas necesarias para su desenvolvimiento. Estas reglas pueden ser implícitas como en los juegos imaginarios, el juego de roles o socio-protagonizado; o explícitas como en los juegos con reglas, los deportes o los juegos de mesa, los cuales también contienen una situación imaginaria (Vygotsky, 2000).
Esta necesidad de ajustarse a las reglas durante el juego le ayuda a lograr un dominio sobre sí mismo, aprendiendo a orientar sus impulsos y a controlar voluntariamente su comportamiento, logrando una autorregulación.
Hay que recordar que, el juego ayuda a los niños a resolver situaciones de su vida, en especial a través del juego de roles o socio-protagonizado. En este tipo de juego los niños construyen escenarios y ensayan con un menor riesgo de fracaso porque se reducen las consecuencias de los errores (Bruner, 1984).
En relación con el desarrollo
cognoscitivo, el juego favorece el desarrollo simbólico y la creatividad,
en especial cuando se trata de juegos simbólicos o
socio-protagonizados. Estos juegos, al igual que otros tipos de juego,
también ponen en marcha la capacidad de planificar ya que los niños
deben organizarse antes de iniciar la actividad.
Bruner (1984) también reconoce su importancia en la adquisición de la lengua; sus estudios muestran que es durante el juego cuando aparecen por primera las formas gramaticales y los usos pragmáticos más complejos.
En cuanto al aprendizaje académico, se reconoce su valor para potenciar la enseñanza, en especial como medio para aumentar la motivación de los niños. El juego puede ayudar a preparar a los niños para la adquisición de nuevos conocimientos pero también puede ser un medio para poner en práctica las habilidades y destrezas que se han enseñado, disminuyendo el costo del error que tanto afecta a los niños durante la escolaridad formal.
El maestro y la propuesta de juegos en el aula.
Bruner (1984) también reconoce su importancia en la adquisición de la lengua; sus estudios muestran que es durante el juego cuando aparecen por primera las formas gramaticales y los usos pragmáticos más complejos.
En cuanto al aprendizaje académico, se reconoce su valor para potenciar la enseñanza, en especial como medio para aumentar la motivación de los niños. El juego puede ayudar a preparar a los niños para la adquisición de nuevos conocimientos pero también puede ser un medio para poner en práctica las habilidades y destrezas que se han enseñado, disminuyendo el costo del error que tanto afecta a los niños durante la escolaridad formal.
El maestro y la propuesta de juegos en el aula.
Es importante que el maestro planee de
manera consciente los juegos a utilizar de tal manera que éstos puedan
potenciar el alcance de sus objetivos. Durante su planeación debe tener
en cuenta que diferentes tipos de juego favorecen diferentes áreas del
desarrollo.
Por ejemplo, el juego socio-protagonizado puede beneficiar el desarrollo socio-emocional, la simbolización y la creatividad mientras que los juegos de mesa se pueden adaptar o diseñar para facilitar el aprendizaje de contenidos académicos específicos. Y los deportes ayudan a desarrollar la motricidad gruesa.
Todos los juegos hacen que los niños aprendan a respetar las reglas y a interactuar entre ellos.
Al planear, el maestro también debe prever su manera de interactuar con sus alumnos de tal manera que faciliten el progreso del juego.
Las intervenciones de los maestros dependerán del tipo de juego.
Cuando se trata de un juego simbólico o socio-protagonizado, el maestro debe servir como experto que lleve a los niños a enriquecer y ampliar los significados mientras que en los juegos con reglas ya sea deportivos o de mesa, el maestro debe asegurarse de que los niños hayan comprendido las reglas y monitorear cuidadosamente el seguimiento de éstas.
Por ejemplo, el juego socio-protagonizado puede beneficiar el desarrollo socio-emocional, la simbolización y la creatividad mientras que los juegos de mesa se pueden adaptar o diseñar para facilitar el aprendizaje de contenidos académicos específicos. Y los deportes ayudan a desarrollar la motricidad gruesa.
Todos los juegos hacen que los niños aprendan a respetar las reglas y a interactuar entre ellos.
Al planear, el maestro también debe prever su manera de interactuar con sus alumnos de tal manera que faciliten el progreso del juego.
Las intervenciones de los maestros dependerán del tipo de juego.
Cuando se trata de un juego simbólico o socio-protagonizado, el maestro debe servir como experto que lleve a los niños a enriquecer y ampliar los significados mientras que en los juegos con reglas ya sea deportivos o de mesa, el maestro debe asegurarse de que los niños hayan comprendido las reglas y monitorear cuidadosamente el seguimiento de éstas.
¿El juego desaparece de las aulas?
Desde los inicios de la escuela preescolar, el juego ha formado parte primordial de la educación.
A pesar de que se reconoce que el juego ayuda a potenciar el aprendizaje escolar, éste tiende a desaparecer dentro de las aulas durante la educación básica primaria y secundaria.
Durante estos años, el juego tiende a relegarse a los recreos y a la clase de educación física.
Como educadores conocedores de la importancia del juego para el desarrollo tanto socio-emocional como cognoscitivo de los niños. Debemos buscar promover la utilización de juegos dentro de nuestras planificaciones escolares.
Desde los inicios de la escuela preescolar, el juego ha formado parte primordial de la educación.
A pesar de que se reconoce que el juego ayuda a potenciar el aprendizaje escolar, éste tiende a desaparecer dentro de las aulas durante la educación básica primaria y secundaria.
Durante estos años, el juego tiende a relegarse a los recreos y a la clase de educación física.
Como educadores conocedores de la importancia del juego para el desarrollo tanto socio-emocional como cognoscitivo de los niños. Debemos buscar promover la utilización de juegos dentro de nuestras planificaciones escolares.
Las reflexiones acerca de la importancia
del juego en el desarrollo de los niños y en el aprendizaje escolar nos
debe llevar a modificar las metodologías que utilizamos dentro del aula
en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Con frecuencia pensamos que al proponer juegos no se está aprovechando el tiempo de manera óptima y preferimos proponer actividades más formales.
Proponerlos nos permitirá alcanzar los logros de objetivos planificados de manera más sólida.
ReferenciasCon frecuencia pensamos que al proponer juegos no se está aprovechando el tiempo de manera óptima y preferimos proponer actividades más formales.
Proponerlos nos permitirá alcanzar los logros de objetivos planificados de manera más sólida.
Bruner, J. (1984). Acción, Pensamiento y Lenguaje. Madrid: Alianza Editorial.
Vygotski, L.S. (2000). El Desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores. Barcelona: Editorial Crítica.
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